El edificio del Colegio Santa María Micaela es una ampliación de una antigua ermita, de típico estilo canario, con gran portón coronado por una pequeña ventana y pequeña espadaña central para una sola campana. De una sola planta, está cubierto por un artesonado de madera en imitación del estilo mudéjar que sostiene el tejado a dos aguas ayudado de un gran arco toral carpanel que encuadra el presbiterio. Se accede a la entrada principal por una escalinata de cantería azul que salva el desnivel entre la calle Reyes Católicos y el propio terreno que se eleva progresivamente hacia las montañas de San Juan y Santo Domingo. Actualmente, las diferentes modificaciones y ampliaciones sufridas en las últimas décadas, permiten el acceso al conjunto desde diferentes accesos en cada una de las vías que rodean el Centro.